Estudiantes de la carrera de Interpretación Musical ofrecieron concierto pedagógico en Corporación La Granja
Los estudiantes de la carrera de Interpretación Musical del Instituto de Música PUCV, Miguel DiBiaggio (flauta traversa) y Manuel Saguriee (oboe), realizaron un concierto pedagógico en la Corporación La Granja, entidad que trabaja en la capacitación de personas adultas en situación de discapacidad intelectual. Su misión es entregar herramientas que favorezcan el desarrollo de competencias sociolaborales, fomentando la independencia y la inclusión en distintos ámbitos de la vida cotidiana.
La actividad se realizó en el marco del convenio de colaboración entre el Instituto de Música PUCV y la Corporación La Granja, iniciativa que permite generar espacios de encuentro en los que la música se transforma en un vehículo de aprendizaje, motivación y crecimiento para los usuarios de la institución.
Francisco Bartolucci, presidente del directorio de la Corporación, explicó: “Para nosotros, que trabajamos con jóvenes con distintas discapacidades, la música es un recurso muy valioso. No solo les permite disfrutar de un momento especial, también se convierte en una herramienta que los ayuda a avanzar en la vida. Por eso agradecemos enormemente al instituto por hacerse presente y compartir con nuestros muchachos”.
Desde la perspectiva académica, Pablo Alvarado Gutiérrez, jefe de la carrera de Interpretación Musical de la PUCV, destacó la relevancia de este tipo de experiencias: “Es fundamental que nuestros estudiantes vivan instancias de vinculación que los desafíen no solo como intérpretes, sino también como personas. Hoy tuvimos la posibilidad de realizar un concierto pedagógico en un espacio maravilloso como la Corporación La Granja, donde la música cumplió un rol de encuentro y de diálogo con la comunidad”.
Para los propios intérpretes, la experiencia fue significativa. Así lo expresó Miguel DiBiaggio: “Nuestra carrera suele ser bastante solitaria y las oportunidades de presentarnos frente al público no son tan frecuentes. Este tipo de conciertos nos enriquece porque podemos compartir con otras personas, responder preguntas sobre nuestros instrumentos y sentir que la música genera un vínculo humano que va más allá del escenario”.
Estas instancias permiten que la formación musical se proyecte hacia la comunidad, aportando en el desarrollo académico de los estudiantes y al fortalecimiento de espacios inclusivos y de participación cultural.
Florencia Basualdo
Facultad de Filosofía y Educación